¿Akutagawa rodeado de prostitutxs andróginos y cómplices en adivinaciones macabras? Compro. De eso y otras cosas trata 『ストレンジャー〜上海の芥川龍之介〜』(Ryūnosuke Akutagawa, el extraño, 2019), una película / mini-drama que pone en escena el viaje que hizo el más famoso cuentista japonés a Shanghai en 1921, cuando era corresponsal del Osaka Mainichi Shinbun. Se trata, también, de una superposición de fragmentos de su diario de dicho viaje y de su relato 『アグニの神』(«El Dios Agni», 1921), un texto aún no traducido en el cual Akutagawa mezcla mitologías antiguas y política contemporánea a su época.
Con un afán realista, aunque permeada por momento de delirios y visiones de su protagonista, Ryūnosuke Akutagawa, el extraño despliega muchos de los conflictos que sucedieron a la Primera Guerra Sino-Japonesa de 1894-5, coyuntura en la cual se enfrentaron la dinastía Qing de China y el naciente Imperio del Japón, principalmente por el control de Corea. Ante una cultura china que lo había atrapado por su literatura y su riqueza lingüística, Akutagawa se encuentra con los despojos que dejaron los militares japoneses luego de su victoria, además de una sensación de inminente estallido. Quizás el episodio más representativo de este hecho es el momento en que el personaje de Akutagawa visita la Escuela de Mujeres Hunan y pregunta por qué los alumnos no tienen lápices, interrogante que su intérprete no quiere transmitir a los maestros. Tras unos momentos de silencio, le responde en cambio al escritor: «es que todos los lápices son de producción japonesa».
«La batalla sino-japonesa en Fenghuang-cheng»
(Hōōjō Nisshin dai gekisen no zu), por Toyohara Kuniteru III en 1894.
Las actuaciones de Ryūnosuke Akutagawa, el extraño son en general todas muy buenas, en especial la de Matsuda Ryūhei, que encarna a la perfección a un perturbado, pero sensible Akutagawa. Sin embargo, creo que lo mejor del film es la ambientación y la escenografía. Es un lujo visual. Rodado casi enteramente en China, el film presenta a un Shanghai cosmopolita que se superpone a uno clásico y tradicional, un rasgo muy bien logrado a través del montaje de paisajes. Uno y otro polo de este espectro espacial le resultó fascinante, en efecto, a diversos escritores japoneses de la época. Yokomitsu Riichi, por ejemplo, plasmó ese interés, aunque contaminado por un discurso exotista y vinculado al pan-asianismo, en su novela Shanghai (1931). Akutagawa, por el contrario, parecería constantemente querer cuestionar y deconstruir las nociones de espacio geográfico y de espacio cultural.
Cierro con una conexión forzada. El personaje de Lele (un joven prostituto hacia el cual el personaje Akutagawa siente una inexplicable atracción) me recordó al de White Rose en Mr. Robot, dos seres perturbados e idealistas atrapados en un contexto opresivo que les impide ser quien en verdad son. Entendido en el contexto de una lucha creciente a favor de las políticas de la igualdad sexual en Taiwan y Hong Kong, este hecho parecería indicar (confirmar) que las así llamadas «políticas de género» son en el plano cultural una herramienta potente para cuestionar al regimen chino. Este punto es quizás una visión personal. Por el momento me basta afirmar que Ryūnosuke Akutagawa, el extraño es una veloz e impactante vehículo para entender mejor la relación de China y Japón, pero también para introducirse al mundo de Akutagawa y de la literatura japonesa de la época.
La película entera puede verse en este link.
Les dejo también unas imágenes en altísima calidad que tomó el fotógrafo y cineasta Hashikawa Seiichi durante el rodaje (ver a fotos).
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