Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías y también los chongos musculosos que entregan su vida a su arte. Un 25 de noviembre de 1970 se suicida, en un intento por transformar a los jóvenes de su generación como comandante del Tatenokai, el fisicoculturista y apasionado showman, Yukio Mishima. En la misma fecha pero de 2013 muere, tras una obsesión hedonista no menos juvenil, el también comandante, fisicoculturista y apasionada celebrity, Ricardo Fort. La intrascendentes diferencias entre uno y otro son quizás las que existen entre Japón y Argentina.
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